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viernes, 1 de mayo de 2015

¿Quieres pintar tu casa y tienes poco presupuesto? Checa estos consejos.

¿Deseas cambiar el color de la fachada o de los interiores de tu casa y no tienes mucho dinero? ¡Vamos, anímate, que pintar es lo más fácil, entretenido y si lo hace uno mismo, barato! Sólo tienes que armarte de paciencia, buen humor y seguir estos sencillos pasos, recomendaciones, consejos y precauciones, para que al final la casa quede como pintada por un profesional, con la satisfacción de haberlo hecho uno mismo y... con un ahorro de dinero que puede servirte para algo más, ya sea para la casa o para ti mismo.


Escoge cuidadosamente el color que deseas, tanto para la fachada como para el interior de la casa. Los negocios de pintura suelen tener cartas de colores y combinaciones sugeridas. Elige la que más te guste.


Elige pintura relativamente buena. Ten en cuenta que cuanto más barata es la pintura, no sólo es de menor calidad sino que rinde menos; así una pintura muy barata sólo te rendirá unos 30 a 33 m2 por galón (por 3,8 litros). Además tendrás que agregarle otros aditivos, como cola, que incrementarán su precio mas no su rendimiento. Por el contrario, una pintura con precio medio te rendirá unos 50 m2 por galón (por 3,8 litros) y no tendrás que adicionarle nada.

Calcula cuánta pintura necesitarás. Con los conceptos del paso anterior y escogido el tipo, calidad y color de la pintura, calcula la cantidad de pintura a comprar para la superficie a pintar.
  • Por ejemplo, si decidiste pintar con pintura de precio medio, que rinde 50 m2/galón y debes pintar unos 300 m2 de superficie, descontando ventanas y puertas, una sencilla división te dará la cantidad de pintura que debes comprar, así: 300m2/50m2/gln= 6 galones.
  • Complicando un poco más el ejemplo anterior; si tienes volados, tejas, ladrillos vistos y todo suma los 300 m2, y has decidido barnizar los ladrillos, pintar de tabaco los volados, las paredes y columnas de verde cancha de tenis y las rejas y puertas metálicas con esmalte negro, separa los metros por colores. Es decir, si son 200 m2 de pared que irá pintada de verde cancha de tenis, 50 m2 de volados que irán pintados de color tabaco, 150 m2 de ladrillos vistos que deberás barnizar y 30 m2 de rejas y puerta de metal que deberás pintar con esmalte negro, los cálculos hazlos por separado:
    • Paredes con pintura látex color verde cancha de tenis: 200/50m2/gln= 4 galones de pintura látex color verde cancha de tenis.
    • Volados con pintura color látex tabaco: 50m2/50m2/gln= 1 galón de pintura látex color tabaco.
    • Paredes con ladrillo visto barnizado: 150m2/30m2/gln= 5 galones de barniz marino u otro similar.
    • Puertas y rejas metálicas con barniz negro: 30m2/30m2/gln= 1 galón de base zinc cromato (evita que se corroa el metal) y 1 galón de pintura esmalte negro.
    • Para los metros dados, un galón de solvente acrílico (agua ras) es suficiente; el solvente es muy fuerte, por lo que deberás añadirlo en pequeñísimas cantidades al barniz, al zinc cromato y a la pintura esmalte. La norma es obtener una "mezcla maniobrable".

Verifica los lotes de pintura. Cuando compres la pintura, verifica que cada color corresponda a un mismo lote. Generalmente, las pinturas de distinto lote tienen una ligera, pero perceptible diferencia de tono.

Compra las herramientas. Necesitas comprar rodillo con extensión para pintar las zonas altas, brochas de 4" y 2" para pintar los encuentros y otras zonas donde no llegue el rodillo, espátulas metálicas de 4" y 2" para empaste y para retirar los restos de pintura anterior, un mezclador para diluir la pintura y otras mezclas y bateas de plástico para las mezclas por hacer: dos o tres. Puedes reemplazar las bateas por recipientes de plástico limpios que luego no vayas a utilizar, donde entre perfectamente el rodillo.

Compra varias hojas de lija para pared, gruesa y fina. Necesitarás lijar las paredes para dejarlas aptas para pintar. También necesitas comprar masilla para pared, para tapar huecos dejados por clavos y otras imperfecciones que pudiera tener la pared.


Mantén siempre limpia la zona de trabajo y usa ropa cómoda y holgada. Si estás al aire libre protege tu cara con gorro o algo similar, como un pañuelo por ejemplo.

Lija la superficie masillada. Debes lijar hasta que se sienta suave al tacto y se vea alineada con la superficie de la pared.

Lija las superficies de metal o hierro. Para las rejas y puertas metálicas usa lija de hierro. Debes tratar de eliminar todo resto de pintura antigua y de óxido, ya que si pintas sobre algo oxidado, esta superficie seguirá corroyéndose y la pintura esmalte se levantará y se caerá fácilmente con el tiempo.


Da la primera mano de pintura. Sigue el mismo procedimiento que para imprimar, es decir, usa el rodillo embebido en pintura, retirando los restos para que no gotee y usa el extensor para las zonas altas y el mango para pintar las zonas bajas de la superficie, dejando un pequeño margen sin pintar en los encuentros entre piso-pared y techo-pared, para evitar mancharlas con la pintura. Luego, estas zonas las trabajarás con las brochas.
  • Repasa varias veces las zonas pintadas, para adelgazar la capa de pintura que quedará en la superficie, hasta que se vea la superficie con un color homogéneo y la misma superficie presente un aspecto parejo.
  • Seguro que esta primera mano no aparecerá perfecta, es normal. Deja que seque bien antes de dar la segunda mano.

Da la segunda mano. Sigue la misma técnica explicada para el paso anterior, tratando de no manchar encuentros con pisos y techos. Si se ha diluido la pintura con las proporciones correctas, se ha evitado el goteo y se ha repasado la zona pintada varias veces sin volver a mojar el rodillo, esta segunda mano bastará para obtener una superficie de color parejo y perfectamente pintada.
  • Si hubieran imperfecciones pequeñas, remátalas con la brocha, si son extensiones medianas o grandes, vuelve a pintar con el rodillo.
  • Generalmente, las superficies sin restos de pintura anterior, que se han imprimado bien y en donde se ha seguido la técnica descrita, no necesitarán más de dos manos. El acabado con el rodillo le dará un color homogéneo y una textura interesante y bonita.

Da la primera mano con esmalte. Debes diluir el esmalte con el solvente acrílico utilizando la misma proporción anterior. Usar brocha y/o pistola con compresora para esta operación y nunca el rodillo. Dejar secar varias horas.

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